1. Análisis del caso.
Los potenciales padres se reúnen con un asesor genético para discutir si se requieren estudios genéticos adicionales de la pareja o de otros miembros de la familia.
2. Preparación para el estudio de PGT-M.
El laboratorio diseña un estudio específico y único para cada familia.
3. FIV.
Una vez que el laboratorio de genética da autorización, se realiza una fertilización in vitro y se incuban los embriones generados.
4. Biopsia de los embriones.
Un embriólogo remueve cuidadosamente una pequeña muestra de células de cada embrión (biopsia).
5. PGT-M.
Las muestras se envían al laboratorio de genética donde se realiza el estudio genético correspondiente para identificar los embriones no afectados por la condición genética que se está estudiando. Los resultados se envían al centro donde se realizó la fertilización in vitro.
6. Transferencia embrionaria.
El estudio genético permite seleccionar los embriones no afectados genéticamente para poder transferirlos o criopreservarlos para futuras transferencias.